lunes, 25 de febrero de 2019

Autenticidad, Trabajo en Equipo y Autocrítica en la Gestión Digital



La realidad del cambio y El cambio de la  realidad



El Mundo Digital ha llegado para quedarse.  La transformación que supone abarca todas las áreas. Se trata de una nueva manera de pensar el propio mundo. 
Y con ello, de ser capaces de revisar las ideas que durante mucho tiempo sirvieron de base para construir el mundo tal y como lo conocíamos.
Es cierto, solo sobrevivirá quien sea capaz de adaptarse más rápido y de mejor manera. 
Pero no menos importante a la capacidad de adaptación, será el talento de cada cual para transformar el desconcierto inicial en una oportunidad para la creatividad.
Hoy revisamos tres elementos vinculados directamente a la construcción de una nueva noción de liderazgo, en el marco de los desafíos que el Mundo Digital nos impone en materia de Gestión de Organizaciones.


Trabajo en equipo
Lo común sólo podrá imponerse al interés particular en la medida en que su construcción sea común. 
El mundo digital, que no es el mundo solo de los objetos digitales, sino también supone el mundo de los comportamientos y las ideas propios de esta época, ha colocado la noción de horizontalidad como uno de sus pilares.
Si observamos la disposición de los nuevos espacios de trabajo, desde los co-workings hasta los pisos de las grandes organizaciones, notaremos cómo, a diferencia de lo que ocurría hasta hace relativamente poco, ahora se trata de que no exista un "abismo" entre quienes realizan tareas menos remuneradas y quienes tienen las responsabilidades más altas.
El trabajo en equipo solo podrá funcionar si introyectamos esta idea de horizontalidad tan propia del mundo digital.
Creer en la organización, respetar y creer en el trabajo de los demás, reconocerlo. Seamos capaces de incorporar, de aprender, de compartir nuestro ánimo transformador con la institución en su conjunto.

Autenticidad 
Retomemos el concepto de Bill George. Ser auténticos. Eso, todo lo demuestra, es más importante que el estilo de liderazgo en sí. 
Nada genera más confianza que el que las y los colegas profesionales encuentren en nosotros personas que, sin importar la posición que ocupemos y las responsabilidades que enfrentamos, no han dejado de ser ellas y ellos mismos.
ESto no quiere decir, por supuesto, que se extravíen los principios de autoridad o que la persona no tenga la capacidad para guardarse ciertas cosas que, o bien pueden resultar ofensivas para los demás, o bien no es el momento ni el lugar para compartirlas.
La aportación que el mundo digital hace en esta materia es que, en medio de tantas plataformas en donde, por decirlo así, vive un fragmento de la identidad de las personas.
 Por eso es tan importante que la organización sea capaz de brindarle a cada cual las seguridades necesarias y el principio de confianza para que cada persona se sienta segura que el ser como es no va a interferir en la evaluación de sus méritos profesionales.

Autocrítica
Y finalmente, lo que Peter Drucker denomina, con un poco de humor, gestionar es antes que nada, gestionarse a uno mismo. 
La autocrítica es un elemento, al mismo tiempo que una habilidad de personas maduras y seguras de sí. Es una revisión que no necesita ser solicitada, sino que constituye una práctica personal permanente.
Este principio está íntimamente ligado con el de horizontalidad y con el sentimiento de que  en la organización la persona forma parte de un gran equipo y que integran a su vez, pequeños equipos que hacen tareas específicas, pero todas ligadas entre sí. 
Ser autocríticos, estar abiertos a la evaluación de nuestras decisiones, disfrutar de informar y rendir cuentas, dirigir nuestros propios pasos de manera estratégica.
En fin, saber que si no hemos de ser infalibles, al menos, seremos confiables.

La realidad, el mundo, cambia más rápido que las palabras. Hoy, llamamos de la misma manera a cosas que nos demandan hacerlas de un modo notoriamente distinto. El cambio es una constante en la vida. 
Frente a nosotras y nosotros está el gran desafío de darle sentido a ese cambio, de participar en que sea parte de la semilla de un mundo mejor. 
No desaprovechemos la oportunidad. Es única.