No
hay duda, América Latina envejece.
Al
cabo de un siglo, entre 1950 y 2050, la edad promedio en América Latina y el
Caribe se habrá duplicado. Se prevé en este sentido, que sólo entre el año 2000
y el 2050, la edad promedio se mueva de 28 a 40 años en la región.
Conformada
hoy por 76 millones de personas, esa franja poblacional llegará a 147 millones
en 2037, y a 264 millones en 2075. Para 2037, el número de personas mayores en
América Latina y el Caribe, sobrepasará al de menores de 15 años.
Esta desigualdad, marcada por la segregación y
por ideas predominantes sobre la disfuncionalidad, torpeza o incapacidad de las
personas mayores, se expresa de manera más que álgida en el ámbito del acceso y
aprovechamiento de los bienes y servicios que brindan tanto los dispositivos
móviles como la propia Internet.
La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) ha sido clara en advertir sobre la “la perentoria necesidad de adaptarse a una época de cambios demográficos, que se están produciendo de manera más rápida que en Europa y ocurren en un escenario de subdesarrollo en el cual aún no se logra erradicar la desigualdad y en el que no se cuenta con una infraestructura institucional suficiente en materia de protección y ejercicio de derechos humanos”.
Datos
disponibles sobre el uso de dispositivos móviles en América Latina y el Caribe
arroja que la franja que corresponde a personas mayores de 55 años, no llega ni
siquiera al 10%, pues representa apenas el 7% del universo total.
Si
entre las personas mayores que usan dispositivos móviles se le agrega el
segmento anterior, de 45 a 54 años, el porcentaje alcanza el 20%. Lejos, sin
embargo, del 58% que representan los grupos de edad que van de 15 a 24 años
(31%) y de 25 a 34 años (27%).
En
cuanto a usuarios de Internet, la CEPAL en su Informe sobre el Estado de la
Banda ancha en América Latina y el Caribe de 2016, grafica de modo nítido cómo,
en países como México, Chile, Brasi, Uruguay y Bolivia, mientras el grupo de
edad que va de los 16 a los 31 años, rebasa el 50%, quienes tienen más de 60
años, no llegan siquiera al 5%.
Es
cierto, según refleja el documento de la CEPAL, que en el lustro que fue de
2010 a 2015, América Latina y el Caribe registraron un crecimiento de usuarios
a Internet cercano al 23%. Así como también es comprobable que el segmento
poblacional por edad que tuvo un mayor crecimiento fue el que va de 31 a 45
años.
Queda,
sin embargo, como un gran pendiente para la región qué hacer para incorporar
cuanto antes a los mayores de 55 años.
Se
requieren estrategias, ha dicho la CEPAL, para replantear la vida de las
personas mayores como individuos valiosos y productivos. Además de injusta y
lacerante, la exclusión de los beneficios de la sociedad digital, significa
para la región un desperdicio de recursos humanos, experiencia y potencial
productivo.
Ello,
sin dejar de lado, por supuesto, que el deber de promover y garantizar el pleno
ejercicio del derecho al acceso a las tecnologías de la información y la
comunicación, por parte de las personas mayores.
La inclusión digital de las personas mayores,
implica, desde luego, fortalecer su grado de autonomía y darles elementos que
les ayudará a valerse por sí mismas de mejor manera.
Pero no menos, encarar los escenarios de violencia, discriminación y vulnerabilidad cotidiana
en los que muchas de ellas viven.
@atenoriom
antoniotenorio.com
El autor preside AlfabetizaDigital A.C
Visita: Alfabetización, ciudadanía, comunicación y cultura digital
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